T4 E3: El pescado en la dieta

María Ramos: España es uno de los países con mayor consumo de pescado per cápita de Europa. El pescado forma parte de la conocida dieta mediterránea y es una fuente importante de proteína y de otros nutrientes fundamentales. Pero, ¿qué nos mueve a comprar un pescado u otro? ¿Sabemos el impacto ambiental que tiene el tipo de pescado que comemos? ¿Sabemos de dónde viene y quién lo ha pescado? En el episodio de hoy hablaremos de las luces y las sombras del pescado en nuestra dieta y de cómo saber comer mejor estos productos dentro de una dieta saludable, pero también sostenible.

Para ello nos acompaña Joan Moranta, que es socio fundador de Alimentta y que es investigador en el Instituto Español de Oceanografía del CSIC. Bienvenido, Joan.

Joan Moranta: Hola, muy bien.

MR: Bueno, Joan, ¿de qué hablamos cuando nos referimos a consumo de pescado?

JM: Cuando hablamos de pescado y alimentos acuáticos en general, no solo nos referimos a peces. También se incluyen crustáceos como cangrejos y gambas, cefalópodos como pulpos y calamares, otros moluscos, por ejemplo, mejillones y almejas, e incluso plantas acuáticas y algas marinas. Estos alimentos pueden ser de captura silvestre o piscifactoría, y provienen de aguas marinas, costeras o continentales, ofreciendo una gran variedad de alimentos en diferentes épocas del año y regiones geográficas. Este grupo de alimentos frescos se complementa con toda una serie de productos transformados y procesados, principalmente congelados y en conserva, que cada vez están teniendo más protagonismo en la dieta.

MR: Y, ¿por qué es importante consumir productos del mar?

JM: Los productos del mar son esenciales para una dieta saludable debido a su alta calidad nutricional, que incluye proteínas, ácidos grasos, principalmente Omega 3, y micronutrientes esenciales. El consumo de pescado, además, se asocia con menores riesgos de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, trastornos cognitivos y el desarrollo del sistema nervioso en el feto y durante la infancia. Sin embargo, la calidad nutricional de los productos del mar varía según su producción, procesamiento, preparación y consumo. Factores como la especie, origen, época del año, artes de pesca y técnicas de manejo posextracción pueden afectar a su valor nutricional.

MR: ¿Y cuánto pescado podemos o debemos consumir en España?

JM: Bueno, esta es una pregunta que no es fácil de responder. Por una parte, según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, la AESAN, el consumo recomendable de pescado es de 3-4 raciones a la semana, intentando variar entre pescado azul y blanco. Se recomienda, además, reducir el consumo de especies que pueden tener un elevado nivel de mercurio, principalmente especies carnívoras de niveles altos de la cadena trófica, como el atún, el pez espada o tiburones, especialmente en mujeres embarazadas y niños y niñas. La AESAN calcula que una ración de pescado equivale a 100 o 125 gramos de pescado en filetes o unos 200 o 250 gramos de pescado completo, o sea, no fileteado. Según esto, atendiendo a las estadísticas de padrón de población en España, para cubrir las recomendaciones de consumo de la AESAN son necesarias aproximadamente un millón de toneladas de productos de la pesca y acuicultura. Entonces, vamos a ver si tenemos pescado para todas y todos los españoles y de dónde proviene este pescado. La flota española captura unas 800.000 toneladas y la producción en la acuicultura llega a las 326.000 toneladas. Esto hace un total de 1.126.000 toneladas. Por tanto, con lo que captura la flota española y lo que produce la industria acuícola, podríamos alimentar a la población española.

MR: Pero esas capturas: ¿de dónde vienen?

JM: Bueno, realmente las capturas de la flota española vienen de todos los mares del mundo. El 53% de las capturas se realizan en aguas internacionales. Son barcos de grandes dimensiones que hacen mareas de muchos días y los pescan en aguas internacionales. Y el 6% se pesca en aguas comunitarias de la Unión Europea, que tampoco están en el territorio español. Sólo el 41% de lo que se pesca se produce en caladero nacional. Aunque la flota española explota más de 1.000 especies, el 70% de las capturas se concentran básicamente en 10 especies. De estas 10, sólo 4, la meluza europea, la caballa, la sardina y el boquerón, se capturan en pequeña parte en el caladero nacional. Las otras seis especies, que se capturan en diferentes partes del mundo, son: varios atunes, principalmente listado, rabil y patudo, que se pescan en el Pacífico y en el Índico; la tintorera; la meluza argentina; y la pota argentina.

MR: Y entiendo que las capturas, cuanto más lejos son, más impacto tienen en el medioambiente. No es lo mismo consumir un pescado a nivel local, que proviene de nuestras costas, que comer pescado que viene de tan lejos, ¿no?

JM: Claro. Por ejemplo, en el caso de la merluza, hemos visto que de toda la merluza que se consume en España, sólo el 8% se captura en el caladero nacional. Todo el resto de la merluza viene de diferentes zonas del mundo, de diferentes mares, sobre todo de la plataforma chilena, donde se pesca la merluza argentina, que es una de las especies más consumidas. Esta especie para llegar al plato, tiene que recorrer una gran cantidad de kilómetros, y las emisiones de gases de efecto invernadero que esto implica. Esto hace que el impacto ambiental de una especie capturada muy lejos sea muy alto.

MR: Y entiendo que las artes de pesca también tienen un impacto tanto a nivel medioambiental como a nivel de las comunidades pesqueras, que están involucradas en cada forma de pescar estos productos…

JM: Sí, claro, ahí también depende mucho de, por ejemplo, si es una pesca de arrastre, por ejemplo, que se realiza a gran profundidad. Por ejemplo, la pesca de arrastre de la gamba, que se puede llegar a realizar a 800 metros de profundidad, esto requiere también un gran consumo de combustible y tiene un impacto importante sobre el fondo marino, ya que implica que las redes van arrastrando por el fondo. Ahí también, dependiendo de cómo se captura la especie, puedes tener un impacto más grande o más bajo.

MR: Bueno, y sabiendo que no todos los pescados y no todas las épocas del año y no todas las artes de pesca son iguales, habría que pensar no solo en pedir al consumidor que esté más informado al respecto de los impactos que tiene cada tipo de producto, sino que habría que proponer una serie también de medidas de calado político que incentiven pues este consumo más de temporada, más de comunidades locales y de nuestras costas. ¿Qué podríamos proponer en ese sentido?

JM: El tema es que no se puede dejar toda la responsabilidad en el consumidor. Como hemos visto, el sistema pesquero español está altamente globalizado y depende del producto obtenido en aguas no nacionales, tanto por la parte de lo que se pesca como de lo que se importa. Por ello, es necesario continuar mejorando la gestión pesquera y ambiental en las aguas territoriales para recuperar el buen estado ambiental de las aguas nacionales, promover cadenas alimentarias más justas y eficientes y un consumo más adaptado a las capacidades del territorio español. Es importante dar más apoyo a la pesca de cercanía, de bajo impacto ambiental y alto beneficio social, que contemple valores relacionados con la autonomía alimentaria y la buena gobernanza en la gestión de los recursos, a fin de mantener y restaurar la salud de los restaurantes marinos. Todo ello en detrimento de la pesca industrial y los incentivos perniciosos que promueven una mayor capacidad de pesca, de mayor impacto ambiental y escaso valor social.

MR: Gracias otra vez por participar en nuestro podcast y por ayudarnos a saber comer pescado de una forma más sostenible y desde un prisma ambiental y también social más sostenibles.

JM: Muy bien, muchas gracias.